LA FUERZA DE VOLUNTAD

Cuando queremos crear en nuestra vida una disciplina con la meditación nos encontramos de frente directamente con un gran deseo y una débil voluntad, un exceso de deseo normalmente bloquea la poca voluntad que nos queda.

La pereza como deporte diario es practicada por una gran variedad de gentes de estas nuevas y modernas sociedades,  hasta el punto de relacionar el no hacer nada y que te sirvan como un signo de bienestar. Si fuese así y realmente no se hiciese absolutamente nada de nada, sería realmente un buen camino meditativo, pero el caso no es ese, sino todo lo contrario, el no hacer nada siempre está sujeto a un ocio pasivo ( televisión, siesta, mirar como otros trabajan, darle vueltas a la cabeza…) un no hacer nada que provoca grandes cantidades de insatisfacción y  una ansiedad progresiva.

Es algo constatado que descansar cuando no te has cansado es un descanso muy agotador y nada reparador, en cambio después de un  gran  esfuerzo el descanso es muy placentero.

Cuando nuestro esfuerzo esta guiado por una obligación, ocurre que no se saca el rendimiento energético necesario, como si ese esfuerzo se hubiera hecho simplemente porque si, sin que nadie ni nada nos obligue.

Un día me levanto temprano a meditar o simplemente a caminar, sin motivos ni objetivos; ese es un día que se convierte en muy especial, donde rebosaremos de energía disponible para afrontar lo que haga falta, nos sentiremos bien y muy satisfechos con nosotros mismos, hemos hecho uso de la fuerza de voluntad del dios /diosa que yo soy. Una fuerza que es capaz de superar los obstáculos más difíciles y de empequeñecer los problemas que anteriormente nos parecían insalvables, despejando  nuestra mente y aumentando temporalmente la autoestima.

Una aspiración clara y un deseo controlado son las claves para el desarrollo de la voluntad, comenzar sin grandes pretensiones unos pocos minutos cada día es suficiente para forjarnos una disciplina en nuestra vida.

Tener un pequeño espacio especial para meditar es un buen comienzo, aunque casi cualquier lugar sea válido, arreglarnos una pequeña zona de nuestra casa con un buen Feng Shui  ayuda bastante a tener buena disposición al silencio interno; una vela un poco de incienso un pequeño altar una esterilla cómoda y un Zafu aunque no son imprescindibles, nos ayudan a que esos minutos de meditación estemos bien centrados, eso si hay que estar muy atentos a no perder energía en los objetos y perdernos en el mercadillo  espiritual olvidándonos de lo esencial; nuestro presencia en meditación.

PRACTICA

Comenzar sin grandes pretensiones, simplemente sentarnos en silencio estando atentos a nuestro aliento, dejando que la mente piense lo que quiera, yo solo la observo sin intentar pararla, permitiéndome que ocurra lo que tenga que pasar, si hay ansiedad simplemente la observo y la dejo ser, es como cuando miramos al cielo, a veces pasan nubes y no se nos ocurre intentar parar las nubes o diluirlas y menos atraparlas y darle vueltas, simplemente miramos al cielo y dejamos que el cielo sea cielo, nuestra mente seria el cielo y los pensamientos las nubes, por tanto tratemos nuestros pensamientos como nubes que pasan por el cielo que es nuestra mente y todo será más fácil.

En próximos artículos veremos cómo podemos crearnos una disciplina diaria de trabajo interno, no solo es sentarse en silencio, si no que veremos diferentes técnicas de meditación activas y pasivas que nos ayudaran a encontrarnos en cada momento con necesidades diferentes.

Ray Gilabert ©

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4 Comments

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  1. says: MeditARTE

    Hola Juanjo, no hay errores ni hay aciertos, solo experiencias. Muchas veces lo que parecía un gran error con el tiempo se convierte en un gran aprendizaje, no te sientas culpable por cosas hechas en el pasado ni te preocupes por tu futuro, vive el instante presente, aquí y ahora, es la clave fundamental para vivir intensamente. Esos nuevos proyectos que te ilusionan son uno de los muchos motores que tienes para levantarte con entusiasmo todas las mañanas, como la película “La vida es bella” no es posible enfermar si tienes una misión que cumplir.
    Permítete los errores, son sagrados, como la meditación, el silencio interno es un camino de claridad para tu mente, te animo a que practique s la meditación del YOSOY que esta reciente mente publicada, es un buen comienzo.

  2. says: Juanjo

    Hola, hace años estuve preparando oposiciones, y pensé que mi vida era el objetivo que me había fijado, y que eso era lo que tenía que hacer… Tenía que acabarlo, aunque me fuera la vida en ello. Es decir, estuve esforzándome 10 horasa al día 6 días por semana, en contra lo que a mi me gustaba hacer. Lo cierto es que eso degeneró en una serie de crisis físicas que me llevaron a cuestionarme si eso realmente tenía sentido, ya que al final no estaba seguro de que quisiera ni tan siguiera aprobar. De esta manera llegué a la conclusión de que quizá no tenía sentido forzar mi voluntad hacia lo que yo había decidido hacer, sino, que mi voluntad tenía fuerza, y que quizá debía acompañarme mientras la empleaba en lo que quisiera hacer. No obstante, nunca he llegado a aplicar esta nueva comprensión. Ahora tengo un par de proyectos que merecen realmente la pena y que quisiera llevarlos a cabo, aunque no me gustaría ni despistarme en el camino, ni cometer alguno de los errores del ayer. No sé si me podéis dar algún consejo en relación con la meditación… Gracias.

  3. says: Alejandro

    A veces me planteo, que si nunca he tenido demasiada fuerza de voluntad para casi nada, se pueda empezar de cero y llegar a tener toda la que te gustaría poder imaginar. lo máximo. es interesante todo este texto, se nota que está basado en la pura y simple experiencia, especialmente resalto sobre la diferencia que hay entre hacer algo por obligación o por iniciativa propia. En psiquiatría se postula como muy posible que un drogadicto, aunque deje las drogas, seguirá siendo drogadicto toda su vida, incluso un alcohólico, si consigue dejarlo, volverá tarde o temprano.
    en cambio, la fuerza de la voluntad, la capacidad para romper y cambiar hábitos, puede cambiar a una persona completamente.
    quiero dejar una última reflexión y pregunta.
    con frecuencia cuando me pongo a meditar, me entra el pensamiento de saber si estoy haciendo lo que debería, si no debería gastar ese tiempo para leer un libro, salir por ahi, o lo que sea, si realmente no hacer nada,(que es en sí misma la meditación), es productivo o no significa tiempo perdido.
    cuando alguien mira la vida consciente de que se va a morir, un día, llega un domingo y en lugar de irte por ahi, te quedas 7 horas meditando, y ni sabes porqué lo has echo.

    un saludo y gracias por vuestro esfuerzo compañeros.

    1. says: MeditARTE

      La voluntad es como una simiente que hay que plantar para más tarde cosechar.
      La mente descontrolada es una trampa mentirosa que hay que dejar que piense lo que quiera que yo me mantenga en mi centro.
      La duda es parte de la existencia al igual que los miedos, no podemos eliminar los miedos de nuestra vida, seriamos demasiado temerarios, pero no podemos dejar que los miedos controlen nuestra vida, la duda es tal para cual, siempre estar presente en cualquier decisión, pero la decisión esta tomada y no voy a permitir en mi el sentimiento de culpabilidad, “YO SOY el responsable de mi vida”.
      Una vez tomada la decisión no te queda otra opción que la acción, meditar es un “no hacer” en el cual se trabaja mucho, nunca es una pérdida de tiempo, el tiempo es relativo, para un niño de 3 años un año es una eternidad, para un adulto de 33 años un año se pasa muy rápido.
      Etiquetar las acciones es un camino que colapsa la propia acción, meditar te conecta con la presencia que tu eres, te acerca al verdadero ser, es fundirse con todo y con nada, es un vació muy lleno.
      Si como dices en un día meditas 7 horas estas cosas que te digo no necesitarías preguntarlas, pues en ti estaría la comprensión y la claridad latentes en cada instante de tu vida, viviendo el presente de tu vida intensamente.
      No tiene que haber respuestas, solo necesitas ser, en resumen lo importante es simplemente estar a gusto uno consigo mismo y soportarse que ya es bastante, y así darse cuenta de que nada ni nadie te agrede desde el exterior y que los muros que parecen insalvables se convierten en simples escalones que te elevan la conciencia.
      Animo Alejandro, medita sin más, no te preguntes, solo haz, no esperes nada a cambio, supera tus propios obstáculos y recoge los regalos que están detrás de cada muro.

      Un saludo