MEDITACIÓN VIPASANA “Las 13 vías de la meditación”

En un artículo anterior; “Las 13 vías de la meditación” dábamos las bases esenciales para introducirse en la meditación, clasificándolos en 13 vías de las cuales salen multitud de meditaciones, en este artículo comenzamos por la primera que aparece en la clasificación VIPASANA.

Vipasana es la meditación esencial del budismo, es calma mental y recapitulación física.

Su antigüedad se remonta a la enseñanza directa del Buda Gautama, hace dos mil quinientos años, es entendida como la gusta respiración como también la Visión Lúcida.

Tal como recomienda la primera inscripción del templo de Delfos, “Conócete a ti mismo”, todo lo que hizo Gautama Siddartha el Buda fue observar con atención y ecuanimidad total la conciencia humana a través de su propia conciencia. Es decir, se observó a sí mismo hasta llegar a conocerse.

La primera etapa es Anapana o calma mental; simplemente observamos el aire entrar y salir por las fosas nasales sin interferir en su flujo natural.

Anapana es sencillez llena de complejidad para mantenerse al margen de cualquier manipulación del aliento, solo es sentarse en postura, quietud y observación del aliento sin más, siendo testigos de nuestros pensamientos sin manipularlos, dejándolos fluir libremente.

 Vipassana exige una elevada concentración mental y, ante todo, una actitud y determinación adecuadas. Por ello Gautama habló, dentro del Noble Óctuple Sendero, de la Recta Actitud y la Recta Atención. Estas son dos cualidades imprescindibles para la observación interior.

Esta etapa puede durar mucho tiempo, incluso años, pero como mínimo antes de pasar a la segunda etapa estaremos practicándola durante 50 minutos 21 días seguidos.

La segunda etapa o Vipasana, es el despertar de la conciencia corporal atreves de los recorridos corporales, ya sean fuera o dentro de nosotros, pondremos la conciencia en cada una de las doce partes del cuerpo comenzando por la fontanela o coronilla (cabeza; cara; parietal o muñeca (dos veces); mano (2); pecho y vientre; nuca y espalda; pierna (2) y pie (2).

Se desciende por la parte derecha del cuerpo y se asciende por la izquierda, como si recorriera nuestro cuerpo un nivel de aceite o burbuja, sintiendo cada parte de nuestro cuerpo en el recorrido, atentos a las sensaciones, la vibración y la envoltura energética que aparece a pocos centímetros de nuestra piel.

Este recorrido hay que hacerlo de forma fácil sin complicaciones, poniendo la conciencia en cada parte de nuestro cuerpo mientras respiramos de forma suave y relajada.

Hay otras formas de recorridos; sistema óseo, órganos… etc., pero en este caso nos vamos a centrar en estas dos meditaciones: Anapana (solo aliento) y Vipasana (recorrido corporal).

Hay una tercera etapa más desconocida; Maitri: compartir la vibración de amor, alegría y paz con todos los seres del universo.

Con Vipasana entendemos rápidamente que las causa y la raíz de los problemas esta en nosotros mismos aprendiendo de esa forma a hacernos responsables de nuestras vidas.

 

Ray Gilabert ©

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