Meditacion como concepto, mal traída e incomprendida, siempre confundida con la relajación, la concentración o simplemente una visualización, meditar para obtener un resultado u objetivo es una gran trampa que no puede llevar a creer que la meditación es una técnica que aumenta los beneficios o nos da un producto que podemos evaluar o medir, la meditación es parte de la vida, no podemos separar la espiritualidad de nuestra vida cotidiana pues al unir en uno mi vida y mi espiritualidad como actitud en lo cotidiano nos abriremos a las comprensiones tan necesarias para la ampliación de nuestra conciencia, para tener comprensiones que nos hagan apartar el deseo de nuestras vidas y de esa manera alejar al sufrimiento.
Ya han llegado los tiempos donde hay que entender que uno tiene que mantenerse en su centro en paz y armonía en cualquier lugar y momento, aun en el mas absoluto caos yo puedo encontrar en mi ese pequeño lugar donde hay quietud , silencio y paz interna.
Llegar a alcanzar la comprensión de que el dolor físico es simplemente dolor y que soy yo mismo el que lo transformo en sufrimiento por mi propia voluntad, todo lo que ocurre es sagrado sea lo que sea me pertenece; dolor, tristeza, angustia, ansiedad, etc todo lo acepto con amor, serenidad, paciencia y quietud.
Esta meditación de los sentidos aun siendo también otra técnica mas , nos puede ayudar a encontrar donde esta ese lugar de quietud en el centro del un huracán de mi vida.
PRACTICA
Para desarrollar esta meditación esta vez no buscaremos un lugar cómodo y sin ruidos…si no todo lo contrario, un lugar ideal seria en la terraza de tu vivienda en plena ciudad, un parque publico, en plena naturaleza, cercanos al mar o lugar donde haya cierto transito de personas y ruidos y estímulos varios, pero no excesivos o perturbadores, un lugar abierto no demasiado agresivo pero no estéril de estímulos.
Comenzaremos como siempre, en una postura con la espalda bien recta, ojos cerrados y respiración suave pero profunda, similar a la que aparece cuando vamos a dormir.
Pondremos la atención al oído, ampliando hacia el exterior incorporando cualquier sonido a nuestro alrededor; pájaros, voces e gentes, coches , motos..etc cualquier sonido sin juzgar si es agradable o molesto los aceptaremos como parte de una realidad presente que lejos de perturbarnos nos complace.
Con el sentido del oído bien abierto y aceptando todo lo que es ese instante este sucediendo intentaremos ampliar el sentido del oído más allá de la zona en la que no encontramos hasta poco a poco abarcar todo el barrio o parque o incluso la ciudad entera.
Después de unos minutos ampliaremos nuestra escucha al oído interno ese sonido interior que se produce en el centro de nuestro oído interno (Nadam) y que se parece a un suave zumbido y que podemos oir perfectamente aunque en el exterior no haya silencio, con el oído bien abierto pasaremos al sentido del tacto; sensación corporal interna y externa; la sensación de la brisa en mi piel, movimientos interno de energía sensaciones varias, la presión de mis gluteos contra el suelo, etc, y asi cualquier sensación que podamos sentir, completamente abiertos a todo sin juicio alguno, incorporando el dolor físico com parte de una sensación más.
Ya mas conectados y serenos con un actitud de entrega pondremos la atención en el olfato, una respiración profunda pero suave permitiéndonos percibir cualquier aroma, disfrutando sin juicio alguno de si me gusta o no me gusta, explorando mas allá de mis limites lógicos lanzaremos el intento de percibir olores lejanos mezclados entre ellos con un orden caótico mientras tragamos saliva activando el sentido del gusto, el sabor del elixir de vida de mi propia saliva, todos los sentidos al unísono bien abiertos ; escuchando, sintiendo, oliendo y degustando.
Ya es el momento de poner la atención al sentido que en ocasiones más valoramos, la vista, en primer lugar pondremos la mirada a la frente para ver la luminosidad interna durante unos minutos, hasta que con mucha suavidad comenzaremos abriendo los ojos lentamente mirando no solo con los ojos si no con todo el cuerpo, dejando que llegue el sexto sentido, un estremecimiento de sentimiento puro e impersonal que desciende sobre nosotros en forma de AMOR, AGRADECIMIENTO Y PRESENCIA.
En este mismo instante tomo la decisión de ser feliz como opción personal, para continuar mis tareas en la vida cotidiana presente en el instante eterno y en conexión con mi entorno.
© Ray Gilabert
Muy interesante el artículo sobre los 6 sentidos! Enhorabuena por el blog de meditación y gracias por hacerla más comprensible. Un saludo
Gracias a ti Joan por leernos.
Namaste
Mejor imposible, por favor publica más artículos como este, sobre la meditación más profunda, sobre métodos distintos para meditar íntimamente, un blog con información muy valiosa.
Maravillosa. Gracias