El aura y los cuerpos sutiles

Este cuerpo que podemos ver y tocar es solo uno mas de los diferentes cuerpos que componen nuestra persona, los cuerpos sutiles y el cuerpo físico se complementan para que el vehículo en esta dimensión pueda funcionar con fluidez.
Los cuerpos sutiles se dividen en 7 aunque podríamos hablar de muchos mas que son capaces de ocupar un espacio de miles de kilómetros e incluso hasta otras galaxia, pero eso es otro tema que se escapa de la razón humana y necesita una medida que solo encontramos a partir de la 5ª dimensión.
Estos siete cuerpos que nos envuelven tridimensionalmente en todas las direcciones en forma de algo parecido a las ondas, interactuan entre si como filtro de todo lo que reside en el cosmos, regulando lo que penetra desde otros planos hasta la vida física.
Podríamos decir que estos cuerpos sutiles mantienen al ser humano dentro de algo parecido a un huevo energético, que también sirve al mismo tiempo como protección y conexión con fuerzas invisibles.
Estos campos energéticos que nos envuelven vibran a frecuencias muy sutiles para nuestra aura y por tanto de nuestra salud física , mental y espiritual.

Al plano físico pertenecen tres de los siete cuerpos que forman el Aura, aunque esta es una descripción concreta podemos encontrar múltiples formas de describirla pudiendo ser todas correctas sin ningún problema ya que lo importante no es el contenido si no la experiencia vital personal de cada individuo y su interpretación, en Meditarte no somos dados  a estos temas que parecen poco pragmáticos, pero en realidad se hace necesario entender que somos mucho mas de lo que podemos ver y tocar y que incluso hay otro YO en el otro lado del espejo que nos sueña a este lado, pero por lo menos comenzaremos con entender un poco como funcionas nuestra envoltura energética y como manejarnos con ella:
El cuerpo etéreo, que es la primera capa que rodea al cuerpo Físico.
El cuerpo emocional, que pertenece a las emociones y es la segunda capa.
El cuerpo mental, se relaciona directamente con nuestros pensamientos. 

Por otro lado al plano astral solo le corresponde la cuarta capa, que es el cuerpo astral. Al plano espiritual corresponden los otros tres cuerpos que forman el Aura;
El cuerpo intuitivo, el cuerpo celestial, el cuerpo Causal.


El cuerpo etéreo:  Podríamos decir que es el que sostiene al cuerpo físico,; tejidos incluso los órganos internos, suele oscilar entre 6 y 15 centímetros y es la que mejor se percibe, como la primera capa que rodea el cuerpo su forma es similar al cuerpo físico esta capa rige de alguna manera alguno de los órganos del cuerpo físico por lo que permite averiguar información sobre cantidad de energía vital, estados de fatiga o enfermedades.

El cuerpo emocional:  Es el segundo cuerpo y Como su nombre indica rige las emociones y en su medida los sentimiento, pues hay que distinguir entre emoción y sentimiento, la emoción suele presentarse  por su exceso o defecto y nunca se produce con relación al presente, esta relacionado con personas o sucesos que provocan en nosotros una sensación relacionada con el fuego y se localiza en la boca del estomago, el sentimiento es impersonal y siempre ocurre en presente, se produce como un estremecimiento.
En este cuerpo podemos descubrir los sentimientos y emociones más ocultos, puede alcanzar 15 centímetros o mas de espesor y su color es muy variable y caótico sobre todo cuando hay estados emocionalmente desequilibrados donde la persona esta inversa en estados de queja y lamentos constantes.
El cuerpo mental: Este cuerpo se centra en la zona de la cabeza y pierde fuerza a medida que baja por el cuerpo físico, su espesor puede variar entre 15 a 30 cm.
Esta capa esta ligada a los pensamientos, mente y pensamiento parecen ir unidos pero nunca mas lejos de la realidad, ya que como no es lo mismo la caja de zapatos que los zapatos que utilizamos para caminar, de igual manera mente no es lo mismo que pensamientos, cuando nuestra mente esta demasiado desbordada de pensamiento parasito y repetitivos el cuerpo mental se muestra  muy debilitada, en cambio si hemos aprendido a parar los pensamiento o en el caso mas sencillo a dejar que fluyan sin prestarles atención mientras solo observo, este cuerpo se hará más voluminoso y evidente.

El cuerpo astral: Como el hígado es el filtro de la sangre en nuestro cuerpo el cuerpo astral hace de filtro de aquello que pasa de uno a otro nivel, del plano espiritual al físico y viceversa. Esta cuarta capa es como entrar en otro plano de realidad o dimensión y sus frecuencias son elevadas y requieren para penetrar de que las capas anteriores estén bien equilibradas y energéticamente radiantes.


El cuerpo intuitivo: Yo soy lo que soy y en esta capa queda grabado cada imagen de lo que existió en el plano físico, en el se puede observar lo que no esta resuelto a nivel emocional y físico con enganches con los demás y aparece como lineas oscuras y densas cuando hay mucho por resolver, y luminoso y ligero cuando estamos en cierta conciencia de equilibrio, que es en ese estado cuando se despierta la intuición y nos invade la serenidad.


El cuerpo celestial:  El estado espiritual esta indicado por el cuerpo celestial que es la sexta capa aural, la conexión del SER con la sabiduría universal, la expresión de la presencia divina, es una capa muy brillante pero menos definida que el cuerpo intuitivo, es la que emite la fuerza de la aspiración espiritual.

El cuerpo causal:
Es la cascara que contiene en su interior el resto de cuerpos sutiles, por tanto su forma es ovalada. Sirve de conexión con todos los cuerpos y el YOSOY o presencia divina que YOSOY o como otros llaman el YO superior, aunque no me gusta mucho usar la palabra superior ya que todos los YOES son importantes y hacen su función.
El cuerpo causal es el que alberga nuestra manifestación más perfecta, es eterno y nos acompaña siempre en todas nuestras vidas, según evoluciona nuestras vidas el cuerpo causal se va haciendo más presente y luminoso.
Es el mas importante para su análisis a nivel espiritual por lo que hay que tratar su estudio con impecabilidad.
Es el cuerpo de la voluntad, “sin voluntad no se puede alcanzar el SER”, sostiene la energía de alta frecuencia de nuestra chispa divina y es la receptora y transmisora de la fuente de luz cristalina o Christica. Como su nombre bien indica hace de deposito de nuestras causas, hechos y obras acumulados en todas nuestras vidas. Se expresa con un halo de los 7 colores de los Rayos.

EJERCICIO: reparando y limpiando el aura.
Ante todo decir sin ninguna duda que reparar o limpiar el aura es algo que pertenece a las practicas diarias mas sencillas y esenciales de todo ser humano, tan sencillo como un baño de mar o en la bañera con 1 kilo de sal marina y alguna esencia floral, mirar al sol al amanecer o atardecer, un paseo por la montaña, descalzarse o abrazarse aun árbol o roca, todo ello claro con conciencia, podrían llevarnos a una limpieza y equilibrio de nuestros cuerpos sutiles muy efectivo, sin olvidarnos de nuestra practica habitual de meditacion , yoga o camino de crecimiento que estemos practicando.

Para poder visualizar nuestra envoltura luminosa hay variedad de ejercicios visuales, para mi el más destacado y que nos sirve mucho más que para ver simplemente nuestra aura; es  la meditacion con el espejo, que en próximos artículos describiremos.
Aun asi podemos realizar ejercicios de visualización creativa muy sencillos para ayudar a limpiar el aura y repararla.

Sigue los siguientes pasos: comenzaremos con tres largas y profundas respiraciones donde la expulsión sea mucho más larga que la inspiración, procurando exalar hasta la ultima gotitas de aire mientras nuestra garganta producirá un sonido de suspiro de alivio y descarga de todo lo que no nos pertenece.
Centraremos nuestro aliento en el vientre para poder entrar en profunda calma y bien enraizados y estables, así durante unos cuantos minutos hasta sentir que hemos entrado en meditacion profunda comenzaremos la segunda parte que será la visualización.
Imaginamos que que podemos ver e incluso sentir nuestra aura como una envoltura luminosa en forma de huevo o burbuja hasta que sintamos un cambio de conciencia donde experimentemos sensación de flotación y seguridad.
Es posible que podamos observar zonas que no están tan luminosas como otras partes de la burbuja e incluso manchas negras o agujeros.
Para comenzar necesitaremos imaginarnos arquetipos cotidianos de limpieza como un cepillo cilíndrico de limpiar vasos o biberones y que esta echo de un material muy especial que emite luz blanca radiante.
Con tu imaginación y en quietud utiliza tus herramientas para frotar la envoltura luminosa, con cuidado y si prisas pasaremos el rodillo por todos y cada uno de os rincones del aura, para dar por finalizada la limpieza utilizaremos luz blanca para como si de un baños se tratase arrastre los restos de suciedad.
Una vez limpia podemos reparar si hemos detectado algún agujereo o grieta con una paleta clásica de albañil y masilla luminosa o cualquier otro elemento que nos sea cotidiano para tal menester y de forma sencilla y sin complicaciones expandiremos por las zonas necesarias con la masilla luminosa hasta comprobar que no quedan agujeros o grietas. Podemos terminar el ejercicio dando una mano de pintura blanca radiante con nuestras propias manos, esta vez sin herramienta , simplemente como niños jugando con pintura mágica esparciéndola por toda la envoltura luminosa.
Lo ideal es dejar que se seque mientras respiramos en calma dentro de nuestra envoltura luminosa con la sensación de flotación, ligereza y limpieza durante algunos minutos.

Recuerda que todo esto lo hacemos visualizando creativamente y en profunda relajación y quietud sin prisas ni juicio de si lo estaré haciendo mal o bien, sea como sea siempre estará bien hecho el trabajo.

© Ray Gilabert